Por E.D. Gisela Ayala Téllez
¿Sabías que las personas en edad
productiva pasamos, al menos, un tercio de las horas que estamos despiertos en
nuestro lugar de trabajo? Es ahí donde una persona tiene que lidiar con las
enfermedades crónicas, controlarlas o bien, puede ser el lugar donde se
desarrollen y presenten los primeros síntomas.
La diabetes mellitus no es la excepción
ya que esta enfermedad nos acompaña en todos los ámbitos de nuestra vida. La
buena noticia es que con una alimentación apropiada, actividad física
frecuente, tratamiento médico adecuado, automonitoreo constante y educación en
diabetes, todos pueden tener una larga y productiva vida. La Organización
Mundial de la Salud (OMS) dice que el ausentismo laboral entre las personas con
diabetes es prácticamente el mismo que el de la gente que no tiene. Sin
embargo, datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indican que un
descontrol de la glucosa puede reducir hasta en 10 años la vida laboral de
quien no logra tomar las riendas de su enfermedad.
Diabetes y productividad
Según datos de la página
diabetesatwork.org, sólo en Estados Unidos más de 18 millones de sus ciudadanos
padecen diabetes en alguno de sus tipos y la gran mayoría de ellos laboran en
las oficinas en cualquier nivel, desde mensajería hasta altos puestos
directivos. Los empleados con diabetes que logran un buen control de su glucosa
faltan menos al trabajo y son 99% más productivos que aquellos que presentan
descontrol.
Diabetesatwork.com explica que los
gastos en productividad por no prevenir las complicaciones propias de la
diabetes pueden ir de 3 mil 700 dólares hasta 8 mil 700 al año.
Empresas “preocupadas”
La preocupación de las empresas por la
salud de sus empleados tiene su origen en los elevados gastos que conllevan los
padecimientos crónicos (de por vida), como la diabetes; además de que una salud
precaria de la plantilla laboral también afecta la productividad de la
compañía.
La diabetes y la obesidad son, en este
momento, dos de los principales “dolores de cabeza” para las empresas. Es por
eso que muchas compañías han empezado a dar capacitación en alimentación y ejercicio
a sus empleados para prevenir y controlar ambos problemas.
Se trata de dos problemas que van de la
mano con la vida cotidiana: estrés excesivo, largas jornadas laborales, poca
actividad física y pésimos hábitos alimenticios. Según el artículo "Los
empresarios están gordos”, publicado en la revista “Expansión”, siete de cada
diez ejecutivos mexicanos tienen sobrepeso. Esta misma publicación ofrecer
cuatro pautas que podrían indicar que una persona tiene problemas con su
conducta alimenticia y la oficina:
1. Salir de prisa del hogar
sin tomar el desayuno, el alimento más importante del día. De hecho, estudios
han comprobado que “saltarse” esta comida provoca aumento de peso.
2. Acudir a desayunos de
negocios y consumir alimentos ricos en proteína de origen animal que elevan el
peso y los niveles de triglicéridos y colesterol en sangre.
3. Ordenar comida rápida a
la oficina o acudir a comidas de negocios, beber alcohol, consumir grandes
cantidades de carne de res, pocas verduras y, al prolongar la sobremesa,
postres, café y más alcohol.
4. Si no hubo comida,
ingerir grandes cantidades de alimentos durante la cena y luego sentarse a ver
televisión o ir a dormir sin gastar la energía ingerida. Si se acude a cenas de
negocios repetir el patrón de la comida: plato fuerte, café y alcohol.
5. Entre comidas, acudir a
alimentos “chatarra”. Elección y desarrollo laboral Es poco conveniente que
niegues u ocultes tu enfermedad en el momento en el que vas a solicitar empleo.
Tú eres responsable de echar abajo esos mitos acerca de la gente con diabetes
que falta mucho al trabajo por su enfermedad o por tener que ir al médico
constantemente. La diabetes es una condición de vida no un impedimento para el
desarrollo físico y mental del individuo. Hay trabajos que no son recomendables
para personas con diabetes como aquellos que implican una gran irregularidad en
los horarios. Piensa que una buena organización de tu tiempo y espacio pueden
hacer maravillas y lograr que sigas con tu disciplina de horarios de comidas y
medicamentos.
Tampoco son muy aconsejables los
trabajos que implican gran riesgo físico como limpiar vidrios en edificios
elevados, por ejemplo. Lo más importante es que evites al máximo el estrés y la
angustia. Además del trabajo, recuerda que debes poner mucho énfasis en tener
una vida sana en todos los aspectos: social, familiar y sentimental. Todo esto
ayudará a que tengas bajo control a la diabetes y seas una persona realizada en
todos los ámbitos.
Consejos básicos para tener a la
diabetes bajo control en la oficina
-No olvides contar con las herramientas
necesarias para el control óptimo de tu glucosa.
-Informa a tus compañeros de trabajo
más cercanos sobre tu padecimiento. No tengas miedo de que te traten diferente.
Tu desempeño laboral y calidad humana demuestran que eres tan buen trabajador
como cualquiera.
-Si es necesario, coloca un reloj con
alarma en tu lugar de trabajo o en la computadora de la oficina para que te
recuerde los horarios de medicamentos.
-Trata de llevar una buena disciplina
en tus horarios. Procura no atrasar ni adelantar tus horas de comida o de
medicamentos.
-Aunque tengas mucho trabajo, no dejes
de comer o de tomar tus medicamentos. Es mejor darse unos minutitos que
sentirse mal después y no “rendir” lo suficiente.
-A la hora de comida: No te escondas
para comer. Tu alimentación ahora es mejor que la de otras personas, es rica en
fibra, es balanceada y de ninguna manera debe ser aburrida o insípida.
-Cuidado con caer en la tentación de
comer “botanitas” o “tentempiés” cuando estás muy presionado en el trabajo.
Toma tus alimentos de media mañana o media tarde de acuerdo a las
recomendaciones nutricionales, es decir, una fruta pequeña, un poco de jugo,
yogurt, verdura cruda. Evita galletas, chocolates y todos aquellos alimentos
que afectaran el control de tu glucosa.
-No tengas miedo de decir NO cuando tus
compañeros te ofrezcan un enorme pedazo de pastel en la oficina. Esto no quiere
decir que no convivas con ellos, simplemente denota que eres disciplinado con
tu alimentación.
-Cuando te sientas mal, extraño o
mareado, acude de inmediato a tu medición de glucosa. No asumas que tienes el
azúcar baja o alta simplemente por cómo te sientes, siempre es necesario
verificar tus cifras con un glucómetro o con tiras de medición visual de
glucosa.
Herramientas indispensables
En el trabajo, sea este en oficina o en
cualquier espacio, es necesario tener los elementos necesarios para nuestro
control.
-Aparato medidor de glucosa (glucómetro) con sus respectivas tiras
y lancetero; o bien un frasco de tiras reactivas para medición visual de
glucosa.
-Pastillas de glucosa o caramelos
para consumir en caso de hipoglucemia leve (baja brusca de glucosa en sangre).
-Tarjeta de identificación que
indique que eres una persona con diabetes donde se especifique el tipo de la
enfermedad (tipo 1 o 2); nombre, edad y medicamentos que utilizas. Esta
identificación también debe contar con los números telefónicos de familiares y
médico a quienes notificar en caso de emergencia.
-Si necesites aplicarte una dosis de
insulina en horas de oficina es conveniente tener un frasco de este
medicamento y jeringas nuevas. El frasco deberá estar perfectamente marcado con
tu nombre y no olvides guardarlo en un lugar fresco para evitar que la insulina
se eche a perder. Ten mucho cuidado con las jeringas usadas, no las tires
directamente en el bote de basura de tu lugar de trabajo, utiliza un contenedor
especial que también tenga una etiqueta que indique su contenido. -Si utilizas antidiabéticos
orales (pastillas) es conveniente que tengas algunas extra en tu lugar de
trabajo por si olvidaste tomar el medicamento en casa o necesitas ingerirlas en
horas de oficina.