¿Tú hijo acaba de debutar en diabetes? No te despidas de una buena
calidad de vida y apóyalo desde ahora con las siguientes recomendaciones.
Por Dr. Marco
Villalvazo Molho
Nutrición clínica y terapéutica en obesidad.
Educador en Diabetes certificado
Llegó a la familia
Imagina
que conduces tu auto en una transitada carretera; es una noche lluviosa de
viernes, te diriges a tu casa después de un día de trabajo y dispuesto a
disfrutar con tus seres amados todo el fin de semana.
De repente sientes que el
volante del auto no te responde: lo mueves para uno y otro lado y sigue de
frente sin obedecerte. ¿Qué sensaciones de miedo, incertidumbre y angustia te
invadirían al perder el control de tu vehículo? Ahora imagina la misma escena,
pero en lugar de que te falle el volante del auto, te llaman por teléfono para
decirte que tu pequeño hijo tiene diabetes. Piensa en ese momento con todas sus
emociones.
“Apenas
ayer, mi vida y la de mi familia era todo tranquilidad, pero hoy me dicen, así
nada más, que mi hijo de cinco años tiene una enfermedad incurable. Estoy
destrozado. No es justo, ¿qué voy a hacer?, pobrecito, ¿qué va a ser de su
vida?, todo se acabó. ¿Es posible que el diagnóstico esté equivocado?...”
Estas
palabras se dicen una y otra vez los padres de un niño o adolescente recién
diagnosticado con diabetes tipo 1.
Es el debut en sociedad de una familia con
diabetes, pues el nuevo paciente generará cambios importantes en la dinámica
familiar y de estos cambios depende en gran medida el buen control.
A partir
de ahora, la familia deberá…
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Respetar
los horarios de los alimentos.
Modificar
el tipo de alimentos comprados en el supermercado.
Enseñar
pacientemente el uso del monitor de glucosa.
Aprender
cómo tratar una baja de glucosa o hipoglucemia.
Asistir
con él a consulta médica, con el licenciado en nutrición o con el educador en
diabetes.
Brindar su
apoyo con amor, pero no consentirlo más que a otro miembro de la familia.
Darle
libertad, pero siempre supervisarlo.
Dejar de
preocuparse por el futuro y actuar hoy.
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¿El fin del mundo?
Ante el
debut, los pacientes –por lo general niños o adolescentes– tienen poca o
ninguna experiencia en esta condición de vida, por lo que no saben de entrada qué
sucede y sufren al ver la gran angustia y ansiedad de sus padres, los cuales
llevan la carga emocional más importante, ya que experimentan:
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Dudas sobre un diagnóstico acertado.
·
Angustia sobre el futuro de su hijo.
·
Culpa por pensar que hicieron algo incorrecto.
·
La ansiedad por los cambios en las rutinas de vida.
·
Incertidumbre sobre la capacidad para realizar los cambios necesarios.
·
Agobio económico por los gastos no planeados.
·
Comentarios, a veces poco favorables, de familiares y amigos.
·
Desesperanza al sentir lo injusto de la vida.
Esta
nueva realidad provoca en el joven con diabetes, y sobre todo en sus padres,
miedos y dudas acompañados por sentimientos que van desde una ligera ansiedad
hasta una profunda depresión, pasando por compasión, angustia, tristeza, rabia,
incertidumbre, etc., según la percepción de cada quien. Sin duda, la vida del
niño o adolescente y su familia no será igual después del diagnóstico.
En
circunstancias ideales, la información adecuada va fluyendo poco a poco y la
calma llega. El camino emprendido desde el debut de la diabetes es sin duda
largo, difícil y doloroso, pero necesario para aceptar esta nueva realidad en
la vida familiar. Esto permite implementar los cambios necesarios para lograr
lo más pronto posible un buen control, evitando o retrasando así que las
complicaciones agudas y crónicas se presenten;
además de permitir el crecimiento y desarrollo normal del enfermo.
Al
final del debut, la diabetes toma su justa dimensión, no es algo sin
importancia, pero tampoco es el fin del mundo.
Como padre, debes:
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1
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Saber
de qué tipo de diabetes se trata.
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Informar
personalmente a sus maestros en la escuela sobre la nueva realidad.
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Poner
al tanto a sus amigos para que ofrezcan su apoyo.
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4
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Perder
el miedo a la insulina.
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5
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Conocer
cuáles son los tipos de alimentos más convenientes y, sobre todo, los
hidratos de carbono, ya que estos elevan con mayor rapidez la glucosa en
sangre.
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6
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Buscar
apoyo en tu médico, educador en diabetes, asociaciones, etc.
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7
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Participar
en grupos de padres que ya pasaron por este debut.
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8
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Aprender
sobre las herramientas para el control.
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9
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Saber
cuáles son los niveles normales de glucosa.
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Información de sobrevivencia
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Conocer
y reconocer las complicaciones agudas.
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Volverse
experto en el monitoreo de glucosa.
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Saber
qué hacer en caso de hipoglucemia (bajo nivel de glucosa).
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Tratarlo
como a los demás hijos.
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Procurar
que los nuevos hábitos de vida y alimentación sean para toda la familia.
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Ser el
apoyo fundamental de tu hijo.
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Vivir
con esperanza. No permitir que esta nueva realidad les impida a ti y a tu
familia disfrutar plenamente cada momento de la vida.
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Iniciados en diabetes
Preguntas
frecuentes
“¿Por qué yo?”
A
diferencia de la diabetes tipo 2, la diabetes tipo 1 no se desencadena por
comer muchos dulces o azúcar, por tener sobrepeso u obesidad o por no hacer
ejercicio. No tiene que ver con tu estilo de vida o el de tu familia. Aún no se
sabe a ciencia cierta la causa de esta enfermedad.
“¿Podré tener hijos?, ¿ir a la escuela?,
¿jugar futbol?, ¿comer lo que me gusta?, etc.”
Tomando
las precauciones necesarias y con la asesoría adecuada se podrá y deberá llevar
una vida como la de cualquier persona sana.
“¿Cuál es el tratamiento más conveniente?”
El
tratamiento te lo dará tu médico apoyado en tu educador en diabetes y
licenciado en nutrición. Consiste en inyecciones de insulina (nada dolorosas) y
una alimentación adecuada. Pero sin duda recibir educación en diabetes les
permitirá a ti y a tu familia tomar decisiones informadas. La educación
terapéutica los ayudará a que mejoren sus actitudes hacia la diabetes y
desarrollen sus habilidades de automonitoreo, aplicación de insulina, etc. Esto
ayudará a alcanzar un buen control glucémico y metabólico, y el respectivo
retraso de las complicaciones.
“¿Qué debo aprender?”
Cómo aplicar la insulina y su
frecuencia.
Medición
de niveles de glucosa y uso de sus resultados.
Sobre
tipo, cantidad y horarios de los alimentos.
Aspectos
a revisar antes, durante y después de practicar deporte.
Cómo
vivir plenamente con nuestra nueva compañera de vida.
“¿Se cura la diabetes?”
No, la
diabetes no se cura, pero existen los conocimientos necesarios sobre la
enfermedad y las medicinas para mantenerla bajo control. En el mundo, se están
desarrollando interesantes investigaciones que nos dan esperanza en torno a la
cura; lo mejor de todo es que si ésta llega en un futuro cercano, tú estarás en
condiciones excelentes para aprovecharla.
“¿Se contagia?”
No, la
diabetes no tiene ninguna forma de contagio.
“¿Podré ir a la escuela?”
Claro
que sí, tener diabetes tipo 1 no debe impedir ninguna actividad. Tendrás que
convertirte junto con tu familia en unos expertos en el control de la diabetes
para que enseñen a tus profesores o compañeros qué hacer ante determinadas
complicaciones.
“¿Son mis padres culpables?”
No es culpa de nadie. La diabetes tipo 1 no
es prevenible de ninguna forma. Ayúdalos a que no se sientan culpables y que
dejen ir lo antes posible ese sentimiento que corroe el alma.
“¿Qué es luna de miel?”
Es un
periodo transitorio de remisión de la hiperglucemia: es cuando después del
diagnóstico de la enfermedad, los niveles de glucosa vuelven por sí solos a lo
normal. Puede suceder de uno a tres meses después del diagnóstico y durar hasta
dos años, volviendo después a presentarse.
Referencias
Villalvazo
Molho (2005). Como un rayo que te parte el alma (El duelo en la diabetes). Revista Diabetes Hoy. No. 14,
marzo-abril. Págs. 32 a 37.
Lectura
recomendada
Dupeirón,
Odin. (2005)Y colorín colorado este
cuento aún no se ha acabado., Edit. Diana, México.
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