lunes, 22 de abril de 2013

La diabetes en bebés y en los más pequeñitos


Por: Mariana Gómez Hoyos, Educadora en Diabetes y quien vive con Diabetes tipo 1 y Nadia Montes, Licenciada en Nutrición, Educadora en Diabetes y mamá de un pequeño con Diabetes tipo 1.

Quienes tenemos la dicha de ser padres de familia sabemos bien lo cansado que puede ser cuidar de alguien más. Tener un hijo es como ganarse un premio que debemos proteger hasta que pueda cuidarse por sí solo. Todo un reto en verdad. Ahora, y ¿si además del trabajo “normal” que implica el criar y educar a un niño debemos vigilar su diabetes? Se lee complicado ¿verdad?

El diagnóstico

Seguramente cuando recibiste la noticia te sentiste atrapado. Recuerda que la diabetes de tu hijo no es culpa de nadie, tampoco se trata de un castigo divino, desafortunadamente la diabetes en niños pasa “porque sí”.

La diabetes tipo 1 en los pequeños obedece a una respuesta inmunológica del cuerpo. Imaginemos que el sistema inmunológico del bebé de pronto desconoce a las células productoras de insulina y las destruye, el resultado: Diabetes tipo 1.

Seguramente tu médico ya te ha platicado los pormenores de la diabetes y les ha recomendado dónde encontrar información valiosa, incluyendo: televisión, radio, revistas, sitios web, clubes de ayuda. Hasta hace algunos años todavía era muy difícil encontrar información sobre este tema; sin embargo, ahora tenemos más información a nuestro alcance para cuidar bien de esta condición de vida y evitar a toda costa las temidas complicaciones.

El equipo al cuidado de la salud de tu bebé

Seguramente el diagnóstico de diabetes de tu pequeño lo hizo un pediatra, quien a partir de ahora deberá convertirse en uno de tus mejores amigos. Recuerda que debes notificarle cualquier cambio en la salud de tu hijo, pues los ajustes oportunos en el tratamiento de tu niño pueden hacer la diferencia entre una diabetes bien cuidada y una que no lo es. Tal vez quieras acudir también con un pediatra endocrinólogo que son aquellos que se especializan en diabetes. Algunos pediatras trabajan en conjunto con una Nutrióloga o Educadora en Diabetes, quien podrá ayudarte a aprender sobre alimentación y diabetes, al tiempo que te dará otras herramientas para tener todo bajo control.

Este equipo de profesionales de la salud te ayudarán a aprender cómo cuidar de tu hijo. Lo primero que deberás aprender será a medir su glucosa en sangre y a aplicar la inyección de insulina. En esta ocasión la frase “esto me va a doler más a mí que a ti” resultará cierta. La medición de glucosa y la inyección de insulina no es una tarea sencilla para los niños pequeños, y tampoco lo es para sus papás.

Para afrontar esos momentos difíciles te presentamos los siguientes consejos.
  • Evita tomarlo por sorpresa: Es mejor hablarle y explicarle lo que vas a hacer, de otra forma podrá asustarse incluso cuando quieras jugar con él.
  • Intenta distraerlo un poco: En momentos críticos como la aplicación de insulina, intenta distraer a tu bebé, algún otro miembro de la familia puede ayudarte a hacerlo.
  • Ten a la mano todo lo que necesites: De esta forma evitarás perder tiempo y aumentar el estrés de tu bebé y de tu familia.
  • Deja que tu hijo elija el dedo en el que realizarás la prueba de glucosa.
  • Permite que tu hijo elija la zona de aplicación de insulina.
  • Puedes premiar la valentía de tu hijo regalándole estampitas o simplemente abrazándolo y apapachándolo. Recuerda que debemos cambiar los premios de dulces a abrazos.
  • Ten mucha paciencia para que el pequeño se sienta seguro.

Hipoglucemia e hiperglucemia en bebés

Aún cuando tengas el mayor cuidado posible en el tratamiento de la diabetes de tu pequeño, habrá momentos en los que su glucosa en sangre se eleve o baje. Esto depende en gran medida de la alimentación, actividad física y muchos otros factores que tu médico te irá platicando. Es muy importante aprender a reconocer los síntomas de tu bebé, pues cada niño es distinto y puede desarrollar sintomatología distinta a la del resto de los niños.

Aquí te presentamos algunos síntomas que pueden ayudarte a reconocer estos episodios.

HIPOGLUCEMIA (baja de azúcar en sangre)
  • Llanto diferente: Tu hijo puede llorar de forma poco usual, si llora y observas que le cuesta trabajo controlarse, mide su glucosa en sangre.
  • Palidez: El tono puede cambiar al bajar el nivel de glucosa en sangre, mide su glucosa para que te asegures de que está en rangos normales.
  • Enojo sin razón aparente: Si tu hijo presenta cambios de humor repentinos, también será buena idea medir su glucosa en sangre.
  • Vista perdida: Si observas que le cuesta trabajo enfocar o poner atención, mide su glucosa.
  • Sueño y cansancio repentino: Si tu pequeño quiere dormir de manera repentina o bosteza mucho más de lo habitual mejor mide su glucosa.

HIPERGLUCEMIA (subida de glucosa en sangre)
  • Orina con mayor frecuencia: ¿Cómo puedes saber esto? En realidad no es tan complicado, pon atención en el número de pañales que generalmente utiliza en el día y qué tan mojados quedan éstos. Si observas que has cambiado más pañales y que están más mojados de lo normal, es momento de medir la glucosa de tu pequeño.
  • Tiene mucha sed: Si tu bebé ya empieza a hablar, es probable que te pida “agua”, si todavía no habla, puedes notar su boca un poco seca y que chupará de su mamila con frenesí. Recuerda que los niveles altos de glucosa en sangre pueden llevar a la cetoacidosis si no se atienden pronto.
  • Cansancio: Tu bebé puede parecer con pocas ganas de jugar o incluso de despertar, si le notas un cansancio especial te recomendamos medir su glucosa en sangre.
  • Irritabilidad: Sabemos que a esta edad es común que se presenten algunos berrinches; sin embargo, si no hay un motivo aparente y tu bebé se muestra malhumorado o demasiado lloroncito hay que medir su glucosa.

Seguramente por momentos te sentirás muy agobiado y preocupado porque tu hijo pequeño vive con diabetes; la buena noticia es que TODOS los papás vivimos preocupados aún cuando nuestros hijos no tengan diabetes. Además, al moldear el estilo de vida de tu hijo desde muy pequeño podrás asegurarte de que al ser adulto llevará una vida saludable, en algunos casos, más saludable que los de algunas personas que viven sin diabetes. Los niños con diabetes tienen una infancia feliz, disfrutan de la vida y aprenden a ser responsables y ver por sí mismos. Tu tarea como padre de un pequeño con diabetes es poner en sus manos las herramientas para darle un futuro óptimo. Recuerda, contacta al médico, él puede ayudarte en esta tarea.

Fuente:
http://www.childrenwithdiabetes.com/es/d_0n_020_es.html

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