martes, 11 de septiembre de 2012
Insulinas, su importancia en nuestro tratamiento
Por Ignacio Rangel Rodríguez
Médico Endocrinólogo. Profesor del Hospital San José y Coordinador del programa de Medicina Interna.
Buena opción
El tratamiento con insulina es considerado actualmente como la mejor opción. En la diabetes tipo 1 es obligatoria. En la tipo 2 grandes estudios de seguimiento con diferentes medicamentos han demostrado que un gran porcentaje de las personas requerirán utilizarla. En la diabetes gestacional la insulina continúa siendo el tratamiento de elección, aunque ya se menciona el uso de pastillas durante el embarazo.
Hoy sabemos que la insulina es una excelente opción, sin embargo, muchos médicos se resisten a utilizarla por ignorar su uso. También, gran cantidad de pacientes evitan emplearla porque son presas del temor, pues piensan que la insulina puede convertirlos en adictos o les causa daño, lo cual es completamente erróneo.
En nuestro cuerpo, la producción diaria de insulina se realiza de dos formas:
a) Una producción constante o basal. El páncreas libera insulina en pequeñas dosis durante todo el día, incluso en los periodos de ayuno.
b) Una liberación rápida e intensa después de las comidas.
La insulina, su obtención
El objetivo del tratamiento con insulina es cubrir sus dos formas de liberación, es decir, imitar lo que el páncreas lleva a cabo de manera natural. La insulina no puede ingerirse como una pastilla, eso la destruiría durante la digestión. La insulina deber ser inyectada en el tejido subcutáneo, bajo la piel, para que de allí siga su camino hacia el interior de la sangre.
En México encontramos insulinas humanas obtenidas por ingeniería genética. Estas insulinas difieren entre sí por cómo están hechas y por cómo trabajan en el cuerpo. Actualmente en nuestro país ya no existen insulinas de origen animal (cerdo o res). Los laboratorios farmacéuticos producen insulinas que son idénticas a la insulina humana, o son análogos de ésta misma (insulinas producidas en laboratorio con la base de la humana, pero con ciertos cambios estructurales). Las características principales de la insulina son: qué tan rápido inicia su trabajo (arranque o inicio de acción), cuándo trabaja más (pico o nivel máximo de acción) y cuánto tiempo se mantiene activa en el cuerpo (duración).
Efecto rápido antes de los alimentos
Las insulinas de efecto rápido son las que se prescriben para antes de los alimentos y para evitar que se eleve la glucosa después de éstos. En esta categoría se encuentran 2 tipos:
1 / La insulina de acción ultrarrápida. Ingresa a la sangre en los primeros 15 minutos después de la aplicación. Su pico se produce más tarde, entre 30 y 90 minutos después, y se puede mantener por aproximadamente 5 horas. En este grupo se encuentran la lispro / aspart / glulisina / inhalada. Por su efecto se puede administrar justo antes de empezar la ingesta de alimentos.
2 / La insulina R de acción corta, regular o rápida. Usualmente ingresa en la sangre a los primeros 30 minutos después de la aplicación. Alcanza su pico de acción entre las 2-4 horas más tarde y permanece en la sangre por espacio de 4-8 horas. Por su pico de acción, se aconseja administrarla 30-45 minutos antes de los alimentos.
Efecto prolongado
Tienen su efecto a lo largo del día y se indican para cubrir los periodos de ayuno. En este grupo encontramos:
1 / La insulina de acción intermedia (NPH y lenta). Ingresa en la sangre 2-6 horas después de la aplicación. Tiene un pico de 4-14 horas más tarde y permanece en la sangre por aproximadamente 14-20 horas.
2 / La insulina de acción prolongada (glargina). Ingresa en la sangre a las 2 horas aproximadamente después de la aplicación. No hace pico, más bien su acción es plana o meseta y permanece en la sangre por espacio de 24 horas. Existía otra llamada Ultralenta Zinc, pero ya no se encuentra en México.
Finalmente tenemos las combinaciones de las anteriores, llamadas premezcladas o bifásicas.
Insulinas, recomendaciones
Recuerda que sólo tu médico puede guiarte en los diferentes esquemas de insulina. Para ello es importante que le proporciones información sobre la variación en tus niveles de glucosa a lo largo del día. Esto se puede lograr con el automonitoreo. Vale la pena recordar que la insulina no actúa por sí sola y es necesario mantener un equilibrio con otros factores de tu día como: qué es lo que comes, cuánto y cuándo haces ejercicio, dónde te inyectas la insulina, alguna enfermedad, estrés.
El cuidado de tu insulina es importante. Cuando la compres, revisa la fecha de caducidad. Cuando los frascos o cartuchos sean nuevos mantenlos en el refrigerador. Evita que se congelen. De preferencia almacénalos en la sección destinada a las verduras. Una vez abierto el frasco o vial (cartucho alargado para las plumas de inyección) puedes mantenerlo a temperatura ambiente, pero es importante que no lo sometas a cambios importantes de temperatura ni a la luz directa del sol. Trascurrido un mes de que abriste el frasco la insulina, empezará a perder efecto, por lo que se recomienda desecharla.
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