1. ¿Qué es el glaucoma?
Se usa el término glaucoma para describir un grupo de enfermedades que comparten las siguientes características: daño del nervio óptico, pérdida de la visión (generalmente en la periferia), y aumento de la presión intraocular (PIO). 2. ¿El glaucoma afecta uno o ambos ojos? El glaucoma generalmente afecta a ambos ojos, aunque muchas veces la PIO empieza a afectar primero un ojo y después al otro. Por lo tanto, el paciente no siempre se da cuenta de que tiene esta enfermedad. 3. ¿A quién le da glaucoma? El glaucoma puede afectar a cualquiera, pero hay personas que corren especial riesgo. Los pacientes con diabetes mellitus pueden tener cualquiera de los glaucomas, pero especialmente el glaucoma crónico de ángulo abierto y el glaucoma neovascular.
Otras personas que pueden padecer glaucoma
pueden ser quienes padecen hipertensión o hipotensión arterial, afecciones
vasculares como migraña, o miopía; quienes tienen antecedentes familiares de
glaucoma, quienes han padecido traumas o cirugías oculares; y, especialmente,
quienes han utilizado corticosteroides en gotas por periodos prolongados.
4. ¿Cómo se daña el ojo con glaucoma? El glaucoma más común es el llamado glaucoma crónico de ángulo abierto (GCAA). Este tipo de glaucoma es más frecuente en personas por arriba de los 40 años. Puede ser originado por un envejecimiento acelerado de la porción que se encarga de sacar el líquido del ojo: el llamado humor acuoso. El humor acuoso es producido por el ojo constantemente y se encarga de dar nutrición a las estructuras internas del ojo, como el cristalino. El acuoso sale por el aparato de filtración, consistente en la malla trabecular y se colecta en un canal circular, el canal de Schlemm. Cuando se acumula el líquido por dentro del ojo, porque la malla trabecular se encuentra tapada o dañada, aumenta la PIO y se empieza a dañar el nervio óptico. El nervio óptico se encarga normalmente de transmitir todos los estímulos provenientes de la retina, y cuando se daña en el glaucoma, deja de llevar imágenes visuales al cerebro. Para resumir, decimos que la PIO alta daña el nervio óptico y causa alteraciones en los campos visuales. En la persona con diabetes hay una variedad especial de glaucoma, llamado glaucoma neovascular y en el cual encontramos, por la isquemia y la hipoxia retinianas causadas por la retinopatía diabética, una proliferación de vasos de neoformación que intentan llevar más oxígeno a las zonas afectadas. Los vasos de neoformación también se encuentran en el trabéculo, donde forman una membrana impenetrable y donde también causan el aumento, generalmente de forma muy considerable, de la PIO, y una forma brusca del glaucoma y con rápida pérdida de visón, inclusive con dolor en el ojo. 5. ¿Cuándo debo hacerme un examen para detectar glaucoma? Toda persona mayor de cuarenta años de edad requiere una revisión para detectar patología ocular y valorar si hay vista cansada o presbicia. Una vez necesitando lentes para ver de cerca, todo adulto deberá revisarse preventivamente la vista una vez al año. La revisión preventiva puede detectar tempranamente no sólo el glaucoma, sino datos de daño retiniano por hipertensión arterial y glaucoma, así como la presencia de errores refractivos como miopía y problemas oculares como conjuntivitis. Y no es específica para glaucoma, pero la PIO siempre debe ser medida para descartar el glaucoma. En pacientes con diabetes se sugiere revisión anual de la retina y de la PIO, y en caso de tener ya datos de retinopatía diabética, será necesario siempre dilatar la pupila para revisar con más detenimiento. Las revisiones se hacen cada 6 meses. 6. ¿Cómo se diagnostica el glaucoma? Para diagnosticar glaucoma generalmente necesitamos tomar la PIO, que puede ser mediante el tonómetro de Sitos (con forma de una balanza) o el de aplanación, que tiene un cono iluminado de azul que hace contacto leve con el ojo y así muestra su presión. Se necesita también un estudio de las estructuras intraoculares, realizado con un lente aplicado sobre la córnea, llamado lente de Goldmann o de Zeiss, y que nos ayuda para distinguir los diversos tipos de glaucoma, en este caso, el de ángulo abierto o el neovascular. También se valora el nervio óptico, buscando el tamaño de la excavación del mismo o buscando valorar pérdida de las fibras nerviosas del anillo neuro-retiniano, que son las que llevan la información visual hacia el cerebro. Este estudio se complementa con una campimetría que muestra si hay pérdida de visión, característica del glaucoma. 7. ¿El glaucoma se cura? No. El glaucoma, como la misma diabetes, no se cura pero sí se controla con medicamentos, con láser o con cirugía. Generalmente se empieza con un tratamiento médico a base de gotas y requiere de algunos estudios para diagnóstico y también para el seguimiento, como son los campos visuales (que valoran la visión central y periférica, la cual se pierde tempranamente cuando se tiene glaucoma). Otro estudio frecuentemente requerido, tanto en diabetes como en glaucoma, son las fotografías de fondo de ojo, para mostrar los daños de la retina y del nervio óptico. 8. ¿Para qué es el tratamiento del glaucoma? El tratamiento del glaucoma intenta bajar las cifras de la PIO para que no se siga dañando el nervio óptico. La finalidad de todo tratamiento en el glaucoma es frenar el daño o hacerlo paulatinamente menos progresivo. Para esto son necesarias revisiones más o menos frecuentes, que varían entre uno y cuatro meses, para valorar la PIO y la ausencia de progresión. Asimismo, se revisa el campo visual cada 6 meses para confirmar que no hay mayor daño por el glaucoma. 9. ¿Para qué es el láser? El tratamiento con láser puede usarse en el glaucoma para abrir la malla trabecular y remover su superficie, con lo que se consigue bajar la PIO como si fuera el tratamiento con un medicamento más. Sin embargo, no a todos se les baja la PIO en una forma permanente, por lo que no es un tratamiento habitual. Se debe enfatizar que el tratamiento con láser en glaucoma no tiene ninguna similitud al tratamiento con láser en retina para la retinopatía diabética. En el caso del glaucoma, las estructuras involucradas no tienen visión, por lo que prácticamente nunca hay baja de la visión. 10. ¿Cómo es la cirugía del glaucoma? Hay dos cirugías frecuentes en el glaucoma: la trabeculectomía y el implante de Ahmed. La primera es la cirugía idónea para el glaucoma crónico de ángulo abierto, que es la intervención más común para esta enfermedad, y consta de una cirugía que llamamos fistulizante, en la que se realiza una pequeña canalización que permite la salida del humor acuoso, el cual se colecta en una pequeña bolsa que se forma por detrás del párpado superior, llamada vesícula de filtración. En este espacio se va recolectando el humor acuoso que de otra forma dañaría el nervio óptico. En el glaucoma neovascular, que es típico de la diabetes mellitus, se realiza frecuentemente una implantación de una válvula de Ahmed, que controla muy bien la enfermedad en estos casos difíciles y consta de un pequeño tubo de silicón insertado en la cámara anterior del ojo, que drena el humor acuoso por fuera y atrás del ojo. En esta cirugía, es más difícil que se tape el drenaje por los neovasos de la retinopatía diabética. En estos casos, casi siempre se acompaña de aplicación láser en la retina para controlar la causa de este glaucoma, que es la neovascularización en la diabetes. |
Dr. Curt Hartleben
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jueves, 29 de agosto de 2013
El glaucoma en 10 preguntas
lunes, 19 de agosto de 2013
Diabetes y oficina, ¿cómo aprender a llevarla a nuestro sitio de trabajo?
*Por E.D. Gisela Ayala Téllez.
¿Sabías que las personas en edad productiva pasamos al menos un tercio de las horas que estamos despiertos en nuestro lugar de trabajo? Es ahí donde una persona tiene que lidiar con las enfermedades crónicas, controlarlas o bien, puede ser el lugar donde se desarrollen y presenten los primeros síntomas.
La diabetes mellitus no es la excepción ya que esta enfermedad nos acompaña en todos los ámbitos de nuestra vida. La buena noticia es que con una alimentación apropiada, actividad física frecuente, tratamiento médico adecuado, automonitoreo constante y educación en diabetes, todos pueden tener una larga y productiva vida.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que el ausentismo laboral entre las personas con diabetes es prácticamente el mismo que el de la gente que no tiene. Sin embargo, datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indican que un descontrol de la glucosa puede reducir hasta 10 años de vida laboral a quien no logra tomar las riendas de su enfermedad.
Diabetes y productividad
Según datos de la página diabetesatwork.org, sólo en Estados Unidos más de 18 millones de sus ciudadanos viven con diabetes en alguno de sus tipos, y la gran mayoría de ellos laboran en las oficinas en cualquier nivel, desde mensajería hasta altos puestos directivos. Los empleados con diabetes que logran un buen control de su glucosa faltan menos al trabajo y son 99% más productivos que aquellos que presentan descontrol.
Diabetesatwork.com explica que los gastos en productividad por no prevenir las complicaciones propias de la diabetes pueden ir de 3 mil 700 dólares hasta 8 mil 700 al año.
Empresas “preocupadas”
La preocupación de las empresas por la salud de sus empleados tiene su origen en los elevados gastos que conllevan los padecimientos crónicos (de por vida), como la diabetes; además de que una salud precaria de la plantilla laboral también afecta la productividad de la compañía.
La diabetes y la obesidad son, en este momento, dos de los principales “dolores de cabeza” para las empresas. Es por eso que muchas compañías han empezado a dar capacitación en alimentación y ejercicio a sus empleados para prevenir y controlar ambos problemas.
Se trata de dos problemas que van de la mano con la vida cotidiana: estrés excesivo, largas jornadas laborales, poca actividad física y pésimos hábitos alimenticios. Según el artículo "Los empresarios están gordos”, publicado en la revista “Expansión”, siete de cada diez ejecutivos mexicanos tienen sobrepeso. Esta misma publicación ofrece cuatro pautas que podrían indicar que una persona tiene problemas con su conducta alimenticia en la oficina:
Elección y desarrollo laboral
Es poco conveniente que niegues u ocultes tu enfermedad en el momento en el que vas a solicitar empleo. Tú eres responsable de echar abajo esos mitos acerca de la gente con diabetes que falta mucho al trabajo por su enfermedad o por tener que ir al médico constantemente.
La diabetes es una condición de vida no un impedimento para el desarrollo físico y mental del individuo. Hay trabajos que no son recomendables para personas con diabetes como aquellos que implican una gran irregularidad en los horarios. Piensa que una buena organización de tu tiempo y espacio pueden hacer maravillas y lograr que sigas con tu disciplina de horarios de comidas y medicamentos.
Tampoco son muy aconsejables los trabajos que implican gran riesgo físico como limpiar vidrios en edificios elevados, por ejemplo. Lo más importante es que evites al máximo el estrés y la angustia. Además del trabajo, recuerda que debes poner mucho énfasis en tener una vida sana en todos los aspectos: social, familiar y sentimental. Todo esto ayudará a que tengas bajo control a la diabetes y seas una persona realizada en todos los ámbitos.
Consejos básicos para tener a la diabetes bajo control en la oficina
Herramientas indispensables
En el trabajo, sea éste en oficina o en cualquier espacio, es necesario tener los elementos necesarios para nuestro control.
¿Sabías que las personas en edad productiva pasamos al menos un tercio de las horas que estamos despiertos en nuestro lugar de trabajo? Es ahí donde una persona tiene que lidiar con las enfermedades crónicas, controlarlas o bien, puede ser el lugar donde se desarrollen y presenten los primeros síntomas.
La diabetes mellitus no es la excepción ya que esta enfermedad nos acompaña en todos los ámbitos de nuestra vida. La buena noticia es que con una alimentación apropiada, actividad física frecuente, tratamiento médico adecuado, automonitoreo constante y educación en diabetes, todos pueden tener una larga y productiva vida.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que el ausentismo laboral entre las personas con diabetes es prácticamente el mismo que el de la gente que no tiene. Sin embargo, datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indican que un descontrol de la glucosa puede reducir hasta 10 años de vida laboral a quien no logra tomar las riendas de su enfermedad.
Diabetes y productividad
Según datos de la página diabetesatwork.org, sólo en Estados Unidos más de 18 millones de sus ciudadanos viven con diabetes en alguno de sus tipos, y la gran mayoría de ellos laboran en las oficinas en cualquier nivel, desde mensajería hasta altos puestos directivos. Los empleados con diabetes que logran un buen control de su glucosa faltan menos al trabajo y son 99% más productivos que aquellos que presentan descontrol.
Diabetesatwork.com explica que los gastos en productividad por no prevenir las complicaciones propias de la diabetes pueden ir de 3 mil 700 dólares hasta 8 mil 700 al año.
Empresas “preocupadas”
La preocupación de las empresas por la salud de sus empleados tiene su origen en los elevados gastos que conllevan los padecimientos crónicos (de por vida), como la diabetes; además de que una salud precaria de la plantilla laboral también afecta la productividad de la compañía.
La diabetes y la obesidad son, en este momento, dos de los principales “dolores de cabeza” para las empresas. Es por eso que muchas compañías han empezado a dar capacitación en alimentación y ejercicio a sus empleados para prevenir y controlar ambos problemas.
Se trata de dos problemas que van de la mano con la vida cotidiana: estrés excesivo, largas jornadas laborales, poca actividad física y pésimos hábitos alimenticios. Según el artículo "Los empresarios están gordos”, publicado en la revista “Expansión”, siete de cada diez ejecutivos mexicanos tienen sobrepeso. Esta misma publicación ofrece cuatro pautas que podrían indicar que una persona tiene problemas con su conducta alimenticia en la oficina:
- Salir de prisa del hogar sin tomar el desayuno, el alimento más importante del día. De hecho, estudios han comprobado que “saltarse” esta comida provoca aumento de peso.
- Acudir a desayunos de negocios y consumir alimentos ricos en proteína de origen animal que elevan el peso y los niveles de triglicéridos y colesterol en sangre.
- Ordenar comida rápida a la oficina o acudir a comidas de negocios, beber alcohol, consumir grandes cantidades de carne de res, pocas verduras y, al prolongar la sobremesa, postres, café y más alcohol.
- Si no hubo comida, ingerir grandes cantidades de alimentos durante la cena y luego sentarse a ver televisión o ir a dormir sin gastar la energía ingerida. Si se acude a cenas de negocios repetir el patrón de la comida: plato fuerte, café y alcohol.
- Entre comidas, acudir a alimentos “chatarra”.
Elección y desarrollo laboral
Es poco conveniente que niegues u ocultes tu enfermedad en el momento en el que vas a solicitar empleo. Tú eres responsable de echar abajo esos mitos acerca de la gente con diabetes que falta mucho al trabajo por su enfermedad o por tener que ir al médico constantemente.
La diabetes es una condición de vida no un impedimento para el desarrollo físico y mental del individuo. Hay trabajos que no son recomendables para personas con diabetes como aquellos que implican una gran irregularidad en los horarios. Piensa que una buena organización de tu tiempo y espacio pueden hacer maravillas y lograr que sigas con tu disciplina de horarios de comidas y medicamentos.
Tampoco son muy aconsejables los trabajos que implican gran riesgo físico como limpiar vidrios en edificios elevados, por ejemplo. Lo más importante es que evites al máximo el estrés y la angustia. Además del trabajo, recuerda que debes poner mucho énfasis en tener una vida sana en todos los aspectos: social, familiar y sentimental. Todo esto ayudará a que tengas bajo control a la diabetes y seas una persona realizada en todos los ámbitos.
Consejos básicos para tener a la diabetes bajo control en la oficina
- No olvides contar con las herramientas necesarias para el control óptimo de tu glucosa.
- Informa a tus compañeros de trabajo más cercanos sobre tu padecimiento. No tengas miedo de que te traten diferente. Tu desempeño laboral y calidad humana demuestran que eres tan buen trabajador como cualquiera.
- Si es necesario, coloca un reloj con alarma en tu lugar de trabajo o en la computadora de la oficina para que te recuerde los horarios de medicamentos.
- Trata de llevar una buena disciplina en tus horarios. Procura no atrasar ni adelantar tus horas de comida o de medicamentos.
- Aunque tengas mucho trabajo, no dejes de comer o de tomar tus medicamentos. Es mejor darse unos minutitos que sentirse mal después y no “rendir” lo suficiente.
- A la hora de comida: No te escondas para comer. Tu alimentación ahora es mejor que la de otras personas, es rica en fibra, es balanceada y de ninguna manera debe ser aburrida o insípida.
- Cuidado con caer en la tentación de comer “botanitas” o “tentempiés” cuando estás muy presionado en el trabajo. Toma tus alimentos de media mañana o media tarde de acuerdo a las recomendaciones nutricionales, es decir, una fruta pequeña, un poco de jugo, yogurt, verdura cruda. Evita galletas, chocolates y todos aquellos alimentos que afectaran el control de tu glucosa.
- No tengas miedo de decir NO cuando tus compañeros te ofrezcan un enorme pedazo de pastel en la oficina. Esto no quiere decir que no convivas con ellos, simplemente denota que eres disciplinado con tu alimentación.
- Cuando te sientas mal, extraño o mareado, acude de inmediato a tu medición de glucosa. No asumas que tienes el azúcar baja o alta simplemente por cómo te sientes, siempre es necesario verificar tus cifras con un glucómetro o con tiras de medición visual de glucosa.
Herramientas indispensables
En el trabajo, sea éste en oficina o en cualquier espacio, es necesario tener los elementos necesarios para nuestro control.
- Aparato medidor de glucosa (glucómetro) con sus respectivas tiras y lancetero; o bien un frasco de tiras reactivas para medición visual deglucosa.
- Pastillas de glucosa o caramelos para consumir en caso de hipoglucemia leve (baja brusca de glucosa en sangre).
- Tarjeta de identificación que indique que eres una persona con diabetes donde se especifique el tipo de la enfermedad (tipo 1 o 2); nombre, edad y medicamentos que utilizas. Esta identificación también debe contar con los números telefónicos de familiares y médico a quienes notificar en caso de emergencia.
- Si necesites aplicarte una dosis de insulina en horas de oficina es conveniente tener un frasco de este medicamento y jeringas nuevas. El frasco deberá estar perfectamente marcado con tu nombre y no olvides guardarlo en un lugar fresco para evitar que la insulina se eche a perder. Ten mucho cuidado con las jeringas usadas, no las tires directamente en el bote de basura de tu lugar de trabajo, utiliza un contenedor especial que también tenga una etiqueta que indique su contenido.
- Si utilizas antidiabéticos orales (pastillas) es conveniente que tengas algún extra en tu lugar de trabajo por si olvidaste tomar el medicamento en casa o necesitas ingerirlas en horas de oficina.
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martes, 13 de agosto de 2013
Tres pasos para decidir qué, cuánto y cuándo comer
*Por: Elena Sáinz. Educadora en Diabetes. Vive con diabetes tipo 1. www.educadies.com
Cuando vivimos con diabetes necesitamos regular nuestro nivel de glucosa (azúcar) en la sangre constantemente, para mantenerlo en un rango que sea lo más cercano al de una persona sin diabetes (70-99 mg/dl antes de comer y menos de 140 mg/dl dos horas después de comer). Para ello, cada persona puede determinar, en equipo con los profesionales de la salud que la apoyan, su rango meta.
Para lograr esta laboriosa pero fructífera tarea te comparto estos pasos que me han funcionado:
1.- Tener metas claras establecidas y herramientas para medirlas. Nadie puede llegar a una meta si no sabe cuál es ésta con precisión. Decir “mi nivel de glucosa está más o menos”, o “ya me conozco, siento que mi nivel de glucosa está bien”, no nos brinda información práctica para tomar decisiones y actuar. Hoy en día tenemos herramientas (medidores de glucosa) para verificar nuestras metas establecidas, por ejemplo tener un nivel de glucosa entre 70 – 99 mg/dl antes de cada comida.
–Elena ¿pero para conocer eso tengo que medirme antes de cada comida?
–Bueno, no “tienes que”, sino puedes tomar la decisión de averiguarlo si eliges medir tu nivel de glucosa cuando necesites conocerlo.
La NORMA Oficial Mexicana NOM-015-SSA2-2010 para la prevención, tratamiento y control de la diabetes mellitus, reconoce la importancia del automonitoreo; puedes consultar las recomendaciones específicas en la sección “MIS DERECHOS” de este sitio web.
2.- Identificar los factores que elevan el nivel de glucosa en sangre. Con metas y modo de medirlas nos convertimos en una especie de investigadores privados, empedernidos buscadores de los responsables de la hiperglucemia (nivel elevado de glucosa en sangre), de la hipoglucemia (nivel bajo de glucosa en sangre) o normoglucemia (rango normal de glucosa en sangre). Y ¿cómo encontrar esos factores responsables?, pues es un perseverante trabajo de documentación y análisis, ¿te suena muy complicado? Simplemente toma papel y lápiz, puedes hacer un diario que incluya fecha, hora, nivel de glucosa (el que marca el medidor), alimentos (qué y cuánto), ejercicio, situaciones de estrés, y todo aquello de lo que sospeches puede influir en tu nivel de glucosa, si tienes la sospecha investiga con pruebas si está involucrado en el resultado que marca el medidor o no.
De esta manera tendrás elementos suficientes para repetir aquellas acciones saludables que te ayuden a obtener más resultados dentro de tus rangos meta. ¿Para qué tanto lío? Bueno cuando la recompensa es disfrutar una excelente calidad de vida y mantenernos lejos de las complicaciones, el trabajo vale la pena.
3.- Reconocer y medir los alimentos con hidratos de carbono. Si ya has hecho este ejercicio de investigación habrás notado que hay ciertos alimentos que definitivamente impactan notablemente el nivel de glucosa en sangre, estos son los que contienen el nutrimento llamado “hidratos de carbono” que están en mayor proporción en cereales, frutas, leguminosas y leche, además en los postres endulzados con miel, piloncillo o azúcar de mesa (sacarosa).
Al conocer y medir los hidratos de carbono puedes decidir cuánto comer o no comer de este nutrimento con base en tu nivel de glucosa en determinado momento.
Si utilizas insulina es importante que aprendas a relacionar la dosis de insulina de acción ultrarrápida con la cantidad de hidratos de carbono que consumas. Profesionales como tu médico, el nutriólogo y el educador en diabetes que te apoyan pueden asesorarte. El análisis de esta información es la mejor arma para tomar mejores decisiones acerca de qué comer, cuándo comer y cuánto comer.
Imagina lo valioso que es para el equipo de profesionales de la salud que te ayudan contar con estos datos para, en equipo contigo, definir las nuevas estrategias para alcanzar y mantener tus metas, y de este modo evitar el desarrollo de complicaciones.
Puedes descargar algunos ejemplos de formatos de investigador privado de glucosas en mi sitio http://www.educadies.com/descarga-de-materiales.
Cuando vivimos con diabetes necesitamos regular nuestro nivel de glucosa (azúcar) en la sangre constantemente, para mantenerlo en un rango que sea lo más cercano al de una persona sin diabetes (70-99 mg/dl antes de comer y menos de 140 mg/dl dos horas después de comer). Para ello, cada persona puede determinar, en equipo con los profesionales de la salud que la apoyan, su rango meta.
Para lograr esta laboriosa pero fructífera tarea te comparto estos pasos que me han funcionado:
1.- Tener metas claras establecidas y herramientas para medirlas. Nadie puede llegar a una meta si no sabe cuál es ésta con precisión. Decir “mi nivel de glucosa está más o menos”, o “ya me conozco, siento que mi nivel de glucosa está bien”, no nos brinda información práctica para tomar decisiones y actuar. Hoy en día tenemos herramientas (medidores de glucosa) para verificar nuestras metas establecidas, por ejemplo tener un nivel de glucosa entre 70 – 99 mg/dl antes de cada comida.
–Elena ¿pero para conocer eso tengo que medirme antes de cada comida?
–Bueno, no “tienes que”, sino puedes tomar la decisión de averiguarlo si eliges medir tu nivel de glucosa cuando necesites conocerlo.
La NORMA Oficial Mexicana NOM-015-SSA2-2010 para la prevención, tratamiento y control de la diabetes mellitus, reconoce la importancia del automonitoreo; puedes consultar las recomendaciones específicas en la sección “MIS DERECHOS” de este sitio web.
2.- Identificar los factores que elevan el nivel de glucosa en sangre. Con metas y modo de medirlas nos convertimos en una especie de investigadores privados, empedernidos buscadores de los responsables de la hiperglucemia (nivel elevado de glucosa en sangre), de la hipoglucemia (nivel bajo de glucosa en sangre) o normoglucemia (rango normal de glucosa en sangre). Y ¿cómo encontrar esos factores responsables?, pues es un perseverante trabajo de documentación y análisis, ¿te suena muy complicado? Simplemente toma papel y lápiz, puedes hacer un diario que incluya fecha, hora, nivel de glucosa (el que marca el medidor), alimentos (qué y cuánto), ejercicio, situaciones de estrés, y todo aquello de lo que sospeches puede influir en tu nivel de glucosa, si tienes la sospecha investiga con pruebas si está involucrado en el resultado que marca el medidor o no.
De esta manera tendrás elementos suficientes para repetir aquellas acciones saludables que te ayuden a obtener más resultados dentro de tus rangos meta. ¿Para qué tanto lío? Bueno cuando la recompensa es disfrutar una excelente calidad de vida y mantenernos lejos de las complicaciones, el trabajo vale la pena.
3.- Reconocer y medir los alimentos con hidratos de carbono. Si ya has hecho este ejercicio de investigación habrás notado que hay ciertos alimentos que definitivamente impactan notablemente el nivel de glucosa en sangre, estos son los que contienen el nutrimento llamado “hidratos de carbono” que están en mayor proporción en cereales, frutas, leguminosas y leche, además en los postres endulzados con miel, piloncillo o azúcar de mesa (sacarosa).
Al conocer y medir los hidratos de carbono puedes decidir cuánto comer o no comer de este nutrimento con base en tu nivel de glucosa en determinado momento.
Si utilizas insulina es importante que aprendas a relacionar la dosis de insulina de acción ultrarrápida con la cantidad de hidratos de carbono que consumas. Profesionales como tu médico, el nutriólogo y el educador en diabetes que te apoyan pueden asesorarte. El análisis de esta información es la mejor arma para tomar mejores decisiones acerca de qué comer, cuándo comer y cuánto comer.
Imagina lo valioso que es para el equipo de profesionales de la salud que te ayudan contar con estos datos para, en equipo contigo, definir las nuevas estrategias para alcanzar y mantener tus metas, y de este modo evitar el desarrollo de complicaciones.
Puedes descargar algunos ejemplos de formatos de investigador privado de glucosas en mi sitio http://www.educadies.com/descarga-de-materiales.
miércoles, 7 de agosto de 2013
¿Cómo cuidar mi alimentación durante las vacaciones de verano?
*Traducción: Federación Mexicana de Diabetes
Las vacaciones de verano han llegado, seguramente algunos podrán visitar la playa u otros lugares calurosos, así que lo más probable es que te sientas tentado a olvidar tu alimentación saludable, y la descuides por unos días; sólo recuerda que el cuidado de la diabetes es algo de lo cual no podemos desprendernos, para así tener una excelente calidad de vida y evitar las complicaciones a largo plazo.
El buffet
Algunos lugares para vacacionar y restaurantes optan por ofrecer buffets en lugar de una gran variedad de platillos a la carta. La verdad es que mucha gente termina comiendo más de la cuenta pues resulta tentador ver tantos platillos deliciosos y siempre existe la posibilidad de comer de todos ellos.
Si te encuentras en una situación similar, lo mejor es primero analizar todo lo que hay en el buffet. Llena tu plato con una cantidad mayor de vegetales que de otros platillos. Si el buffet incluye carnes, trata de limitar la porción que te sirves. Recuerda que no tenemos alimentos prohibidos pero sí debemos tener mucha precaución con las porciones. Trata de elegir pescado en lugar de carnes altas en grasa como costillas y cortes gordos. Prefiere el pollo asado en lugar de platillos fritos.
Te sugerimos buscar alimentos ricos en fibra. Algunos vegetales como el brócoli, la espinaca y la calabaza tienen esta propiedad y no es tan difícil encontrarlas en un buffet. Los frijoles negros y la pasta también tienen un alto contenido de fibra y puedes incluir una porción moderada en tu alimentación. Recuerda que estos sí tendrán un efecto importante en tus niveles de glucosa (azúcar) en sangre, por lo que deberás medir bien la porción que vayas a ingerir.
Cuidado con lasgrasas
Evita platillos que contengan mucha mayonesa, crema o mantequilla. Prefiere vegetales que tengan poco aderezo y poca mantequilla. Si se te antoja un sándwich pídelo con pan integral y con mostaza o algo de salsa en lugar de mayonesa
¿Y los tragos?
Bueno, muchos pueden decir: ¿vacación sin tragos? Si eliges tomar algo con alcohol, recuerda que lo recomendado es únicamente optar por bebidas alcohólicas en un alimento (en la comida, o en la cena). La recomendación es un trago para las mujeres y dos para los hombres al día.
El postre
La recomendación en cuanto a fruta se refiere es de tres a cuatro porciones al día, incluyendo a quienes vivimos con diabetes. La fruta es una excelente fuente de fibra, vitaminas y minerales, y además no tiene grasa. Sería muy buena idea sustituir los postres altos en grasa y azúcares (pasteles, pastelillos, etcétera) por una ración de fruta. Imagínate tomar un poco de melón fresco en un clima caluroso.
Las vacaciones son para pasarla bien con la familia, los amigos y disfrutar de la vida. También es un buen momento para pensar en sentirte mejor, comer saludable y controlar tu diabetes.
Fuente:
National Diabetes Education Program http://ndep.nih.gov/diabetes/pubs/Summer_Eating_Tips_Gen.pdf [ PDF file ]
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