lunes, 25 de julio de 2011

Derechos y responsabilidades de las personas con diabetes

Durante el mes de mayo del presente año, la Federación Internacional de Diabetes (IDF, por sus siglas en inglés) presentó la Carta Internacional de Derechos y Responsabilidades de las personas con diabetes.

El cuidado de la diabetes depende en un 90% de quien la padece. El autocuidado es importante para alcanzar las metas del objetivo y tener una calidad de vida plena.

Con esta carta la IDF pretende optimizar la salud y sobre todo la calidad de vida de quienes viven con diabetes.

La meta de todo tratamiento es: ayudar a los pacientes a tener, lo más cercano que se pueda, una vida normal. Esto se logra siguiendo un tratamiento personalizado y supervisado por un equipo de profesionales al cuidado de la salud. Asimismo, la educación en diabetes juega un papel muy importante en esta meta.

Estos son los derechos de una persona con diabetes de acuerdo a la carta de la IDF:

1. El Derecho a una atención: en este punto encontramos el diagnóstico temprano y el acceso a un tratamiento personalizado y equitativo. Ninguna persona deberá ser discriminada. Se debe recibir tratamiento sin importar la raza, edad, género o etnia. Todas las personas que viven con diabetes tienen el derecho a ser tratados con dignidad y respeto por los proveedores sanitarios; así como la libertad de realizar reclamaciones sobre cualquier aspecto de los servicios que reciben relacionados con su estado de salud. Además, quienes viven con diabetes tienen derecho a recibir atención fiable y con regularidad basada en evidencia, es decir, tienen derecho a recibir atención por parte de un especialista durante distintas etapas de su vida (infancia, adolescencia, edad adulta, embarazo, tercera edad). Es derecho de quienes viven con diabetes el conservar su información médica como confidencial; esta no podrá ser compartida a menos que se otorgue consentimiento.

2. Derecho a la Información y la Educación: las personas que viven con diabetes tienen derecho a recibir información y educación en diabetes. Como te hemos comentado en este sitio y en la revista Diabetes Hoy, órgano de comunicación de la FMD, la educación en diabetes es uno de los pilares clave para el tratamiento. La educación en autocontrol (grupal o individual) es un derecho. Esta deberá proporcionarse al momento del diagnóstico y durante cada etapa de la vida, para asegurar así la actualización del paciente. Entre más conocimiento se tenga sobre el padecimiento, más sencillo será seguir el tratamiento indicado y se mantendrá lejos de complicaciones. El paciente con diabetes tiene el derecho a ser parte del grupo que toma decisiones en cuanto a su tratamiento: podrá opinar, planear y evaluar los objetivos.

3. Derecho a la Justicia Social Las personas con diabetes tienen el derecho a ser tratadas con respeto y dignidad por todos, sin tener la sensación de que deben ocultar su padecimiento. Aquí se incluye el derecho a ser tratados justamente en el trabajo y en su progresión profesional. Deberán tener el derecho a acudir a citas médicas, el tiempo y la privacidad para realizar mediciones de glucosa y administrarse sus medicamentos en un entorno limpio y seguro (tanto en la escuela como en el trabajo).

Ahora bien, no sólo se gozará de derechos, hay que cumplir con ciertas responsabilidades. El paciente deberá asumir que vive con diabetes y que debe hacerse responsable de su propio padecimiento. La IDF resume estas responsabilidades de esta forma:

  • Compartir información con su equipo de profesionales de la salud detallando el tratamiento, alergias, estilo de vida y toda la información que el equipo considere importante.
  • Seguir el plan de cuidados indicado y el tratamiento acordado con el profesional al cuidado de su salud.
  • Adoptar, implementar y seguir comportamientos saludables en su estilo de vida como parte del autocontrol de su diabetes.
  • Compartir con el equipo de profesionales al cuidado de la salud cualquier duda o problema que tenga con el tratamiento indicado incluyendo las barreras para seguir el mismo.
  • Deberá ser su responsabilidad dar aviso a la familia, al colegio, a los compañeros de trabajo y amigos sobre su diabetes para recibir ayuda en caso necesario.
  • Mostrar consideración y respeto hacia los derechos de otras personas con diabetes y sus proveedores sanitarios.

jueves, 7 de julio de 2011

Reflexiones de un dentista

Por: CD ED Verónica del Rocío Espinosa López
Federación Mexicana de Diabetes
Imágen de Consultorio Dental UNAM
Por mi consultorio han pasado infinidad de historias de vida y familia, todas ellas han dejado una significativa huella en la mía, risas, llantos, preocupaciones, alegrías, nacimientos y fallecimientos juntos hemos caminado todos estos años….
Pero en particular hace algunos años que mi propia vida fue conmocionada al iniciar mi recorrido por algo que llamado diabetes. Pacientes que sufrieron el calvario de no ser atendidos por un dentista, de perder dientes por ignorancia, de sufrir dolores bucales insoportables por negligencia, así inicio mi aventura de investigación por esta enfermedad.

El primer reto de mi vida profesional, mi padre, que después de haber vivido 20 años con diabetes y padecer un largo y penoso recorrido por dentistas, había perdido casi todos sus dientes, el reto mantener en boca los pocos q le quedaban o mejor dicho controlar su enfermedad sin más daños colaterales, pero no fue así las complicaciones nos alcanzaron y pocos años después falleció de complicaciones que desembocaron en un infarto.

La pregunta eterna ¿se puede detectar y prevenir a los pacientes desde el punto de vista odontológico? Muchas preguntas y todavía ninguna respuesta en concreto, solamente una inquietud en mi, por saber más o por ignorar menos.
Unos años mas tarde llegó la información de un Diplomado de Educadores en Diabetes, impartido y avalado por la Federación Mexicana de Diabetes, A.C. confieso que esto inició como un reto personal, pero en un lapso muy corto este diplomado de ocho meses se convirtió en un gran proyecto en mi vida.

No existía ninguna duda, mi vida había sido tocada por este diplomado, desde el primer día cuando escuché la introducción, el compromiso inició desde ese instante no he parado de buscar, investigar, leer y porqué no hurgar para tener la información más reciente, lo último para mí, los pacientes y sus familias.

Ahora, ya tenía las bases y la información, ¿el nuevo reto? llevarlas al consultorio, aún así hubo más preguntas, ¿podré ayudar a prevenir a los pacientes?, ¿ahora cómo vamos a trabajar con ellos?, ¿qué tan creíble será la palabra de un dentista?, ¿me juzgaran de manera distinta?, ¿será posible que un dentista les explique sobre diabetes?, en cuanto tuve la oportunidad de trabajar con el primer paciente y después con su familia me percaté de que sí era posible.

Este proyecto tuvo la oportunidad de crecer hasta crear un grupo de autoayuda de pacientes que viven con diabetes en el cual comparten sus experiencias de vida.

Tengo el orgullo y la satisfacción de instruir, educar y guiar a los pacientes sobre su control, cuidado y atención no solo bucal sino de su salud general, seguimos caminando juntos, viviendo nuevas experiencias, superando retos cotidianos y de vida, incluso se ha logrado comprometer a otros colegas los cuales han solicitado mi intervención para el manejo y control de sus pacientes.

La historia del consultorio se va escribiendo de diferente forma, existen retos diarios y cotidianos, además de planes a corto plazo q involucren a los especialistas del área odontológica haciendo equipo de forma interdisciplinaria, para sumar fuerzas con los médicos que atienden a los pacientes que viven con diabetes, eliminar viejos hábitos, crear conciencia de atención y servicio así como desaparecer los mitos existentes alrededor de la atención de los pacientes.

Este trabajo es un granito de arena, en pro de una buena atención bucal, en busca de alcanzar la excelencia, el principal reto prevenir a los pacientes sin diabetes de que pueden continuar así, trabajando todos los días en un cambio de su estilo de vida y a las personas que viven con diabetes que el control está en sus manos, es igual de importante prevenir complicaciones de neuropatía o retinopatía que complicaciones bucales, pueden y deben ser atendidos, no existen limitantes en sus vidas ni riesgos para su correcta atención, son dueños de sus vidas y sus decisiones.

Esta es la reflexión de alguien que todos los días se enfrenta al reto de hacer que las cosas se muevan de manera diferente, de crear conciencia en los colegas hacia la atención del paciente que vive con diabetes y de hacer su trabajo con el corazón.

La excelencia seria prevenir la diabetes, pero cuando ya la tenemos el reto diario es evitar las complicaciones.