martes, 25 de septiembre de 2012

¿Qué comer cuando practicas deporte?

Por: Lic. en Nutrición y E.D. Marisol Reyes Abonce 
  
El ejercicio es parte fundamental del tratamiento de la 
diabetes: aumenta la sensibilidad a la insulina, por lo tanto mejora los niveles de glucosa. También disminuye los factores de riesgo cardiovascular, ayuda a mantener un peso saludable, mejora la concentración y también el estado de ánimo. El tipo, la intensidad y frecuencia del ejercicio varía en cada persona. Consulta a tu Educador en Diabetes sobre el tipo de ejercicio más recomendable para ti. 
 
Si realizas el ejercicio es necesario conocer los niveles de 
glucosa en sangre.  Ésta puede aumentar durante el ejercicio si es mayor de 250 mg/dl al empezar el ejercicio. 
 
En caso de que estén en más de 240 mg/dl mide los cuerpos cetónicos en sangre u orina. 
  
Si el resultado está fuera de rango de cetonas suspende el ejercicio temporalmente y espera a que disminuya la 
glucosa y los cuerpos cetónicos desaparezcan. 
 
Si tu nivel de 
glucosa es mayor de 250 mg/dl, NO hagas ejercicio. 
 
Una complicación del ejercicio es la 
hipoglucemia. Tu glucosa puede disminuir varias horas después de la actividad, porque el ejercicio extrae las reservas  almacenadas en los músculos y en el hígado. Tu cuerpo llena estos depósitos, de tu azúcar en sangre y disminuye su nivel. Es necesario que ajustes tu plan de alimentación para  modificar los carbohidratos dependiendo de la duración e intensidad del ejercicio que realices. 
  
Recomendaciones: 

1. Haz ejercicio acompañado(a), si es posible. 
2. Lleva siempre contigo dulces o jugo no dietético y alguna identificación. 
3. Mide tu 
glucosa antes y después del ejercicio. 
4.S i eres propenso a 
hipoglucemia, lleva contigo una colación equivalente a 15g de hidratos de carbono. 
5. No te inyectes 
insulina en la parte del cuerpo que usarás más durante el ejercicio para evitar que su absorción sea demasiado rápida. 
6. Utiliza el equipo adecuado y que tu calzado sea cómodo. 
7. Revisa cuidadosamente tus pies para detectar pequeñas heridas, callos o cualquier otro problema. 
8. Informa a tu médico que vas a iniciar un programa de ejercicio. 
9. Siempre realiza una sesión de calentamiento antes de tu actividad física y de enfriamiento al terminar. 
10. Suspende el ejercicio si te comienzas a sentir mal, si estas muy fatigado o si estás quedándote sin aliento. 

El ejercicio es fundamental para que lleves una vida sana con 
diabetes. Consulta a tus especialistas ellos te darán mejores consejos para que te mantengas activo.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Evaluando el buen control


Revista Diabetes Hoy pacientes mayo-junio 2008. 

La comunidad internacional alcanza un consenso para medir e interpretar la hemoglobina glucosilada. La medida facilitará a las personas que vivimos con diabetes entender qué significa ese porcentaje que encontramos en nuestros análisis periódicos. 
  
La hemoglobina glucosilada es una prueba que se utiliza para evaluar el control de los niveles de 
glucosa en sangre durante un cierto periodo de tiempo. La hemoglobina es un compuesto que se encuentra en los glóbulos rojos de la sangre cuyo ciclo de vida dura aproximadamente 3 meses. Entre 4 y 6 por ciento de la hemoglobina se encuentra unida a moléculas de glucosa y justamente a esta fracción se le llama hemoglobina glucosilada o HbA1c. Cuando las concentraciones de glucosa en sangre están elevadas hay un mayor porcentaje de hemoglobina que se une a la glucosa y por lo tanto aumenta la hemoglobina glucosilada (HbA1c). 
  
Las personas sin 
diabetes tienen una hemoglobina glucosilada de entre 4% y 5.9%. Para quienes vivimos con diabetes existen dos recomendaciones: la Asociación Americana de Diabetes (American Diabetes Association, ADA) aconseja   mantener  un porcentaje de HbA1c menor a 7% (170 mg/dl en promedio) mientras que la Federación Internacional de Diabetes (Internacional Diabetes Federation, IDF) sugiere un rango menor a 6% (135 mg/dl), lo cual reduce el riesgo de   presentar complicaciones. Habla con tu médico para que te realices esta prueba cada 3 meses y juntos evalúen si es necesario hacer modificaciones en tu tratamiento. 
  
Los resultados de esta prueba se expresan en porcentajes que se relacionan con un promedio aproximado de las cifras de glucosa en sangre de los últimos 3 meses. Debemos tomar en cuenta que esta relación no refleja un valor preciso ya que existen fluctuaciones en los niveles de glucosa y las concentraciones más recientes (del último mes) afectan en mayor medida los valores de HbA1c que las de los meses anteriores. Es importante comparar  junto con tu médico el resultado de  la HbA1c con tus registros de monitoreo de glucosa, ya que un buen resultado puede ser reflejo de haber tenido hipoglucemias con frecuencia y no tanto de un control estable que es lo que queremos lograr. 
HbA1c %
mg/dl
6
135
7
170
8
205
9
240
10
275
11
310
12
345
Los parámetros con los que se mide esta prueba suelen tener variaciones según el método que cada laboratorio utiliza, es por ello que varias organizaciones internacionales (American Diabetes Association, European Association for the Study of Diabetes, Internacional Federation of Clinical Chemistry and Laboratory Medicine, IFCC and The Internacional Diabetes Federation) han hecho un consenso para estandarizar la manera en que se miden e interpretan los resultados de esta prueba . Entre los acuerdos que se publicaron a finales del 2007, está el de expresar los resultados del análisis tanto en porcentaje como en las unidades  mmol/mol  o  mg/dl. Esto nos ayudará a tener una interpretación más significativa de los resultados para hacer los cambios necesarios que ayuden a un buen control. Te mantendremos informado sobre la puesta en marcha de esta estandarización.
 
Referencias:
 
- Diabetes Care, Consensus Statement on the Worldwide Standardization of the Hemoglobin A1c Measurement, Vol. 30, núm. 10, Septiembre 2007.
 
- Pérez-Pastén, Enrique. Guía para el Paciente y el Educador en Diabetes.Soluciones Gráficas. 2003:76-78.
 
- Diabetes Care, Standards of Medical Care in Diabetes 2008, Vol. 31, sup. 1, Enero 2008. 

martes, 11 de septiembre de 2012

Insulinas, su importancia en nuestro tratamiento


Por Ignacio Rangel Rodríguez 
Médico Endocrinólogo. Profesor del Hospital San José y Coordinador del programa de Medicina Interna.
 
Buena opción 

El tratamiento con insulina es considerado actualmente como la mejor opción. En la diabetes tipo 1 es obligatoria. En la tipo 2 grandes estudios de seguimiento con diferentes medicamentos han demostrado que un gran porcentaje de las personas requerirán utilizarla. En la diabetes gestacional la insulina continúa siendo el tratamiento de elección, aunque ya se menciona el uso de pastillas durante el embarazo.

Hoy sabemos que la insulina es una excelente opción, sin embargo, muchos médicos se resisten a utilizarla por ignorar su uso. También, gran cantidad de pacientes evitan emplearla porque son presas del temor, pues piensan que la insulina puede convertirlos en adictos o les causa daño, lo cual es completamente erróneo.

En nuestro cuerpo, la producción diaria de insulina se realiza de dos formas:

a) Una producción constante o basal. El páncreas libera insulina en pequeñas dosis durante todo el día, incluso en los periodos de ayuno.
b) Una liberación rápida e intensa después de las comidas.
                     
La insulina, su obtención 

El objetivo del tratamiento con insulina es cubrir sus dos formas de liberación, es decir, imitar lo que el páncreas lleva a cabo de manera natural. La insulina no puede ingerirse como una pastilla, eso la destruiría durante la digestión. La insulina deber ser inyectada en el tejido subcutáneo, bajo la piel, para que de allí siga su camino hacia el interior de la sangre.

En México encontramos insulinas humanas obtenidas por ingeniería genética. Estas insulinas difieren entre sí por cómo están hechas y por cómo trabajan en el cuerpo. Actualmente en nuestro país ya no existen insulinas de origen animal (cerdo o res). Los laboratorios  farmacéuticos producen insulinas que son idénticas a la insulina humana, o son análogos de ésta misma (insulinas producidas en laboratorio con la base de la humana, pero con ciertos cambios estructurales). Las características principales de la insulina son: qué tan rápido inicia su trabajo (arranque o inicio de acción), cuándo trabaja más (pico o nivel máximo de acción) y cuánto tiempo se mantiene activa en el cuerpo (duración).
 
Efecto rápido antes de los alimentos 

Las insulinas de efecto rápido son las que se prescriben para antes de los alimentos y para evitar que se eleve la glucosa después de éstos. En esta categoría se encuentran 2 tipos:
1 / La insulina de acción ultrarrápida. Ingresa a la sangre en los primeros 15 minutos después de la aplicación. Su pico se produce más tarde, entre 30 y 90 minutos después, y se puede mantener por aproximadamente 5 horas. En este grupo se encuentran la lispro / aspart / glulisina / inhalada. Por su efecto se puede administrar justo antes de empezar la ingesta de alimentos.
2 / La insulina R de acción corta, regular o rápida. Usualmente ingresa en la sangre a los primeros 30 minutos después de la aplicación. Alcanza su pico de acción entre las 2-4 horas más tarde y permanece en la sangre por espacio de 4-8 horas. Por su pico de acción, se aconseja administrarla 30-45 minutos antes de los alimentos.
 
Efecto prolongado 

Tienen su efecto a lo largo del día y se indican para cubrir los periodos de ayuno. En este grupo encontramos:
1 / La insulina de acción intermedia (NPH y lenta). Ingresa en la sangre 2-6 horas después de la aplicación. Tiene un pico de 4-14 horas más tarde y permanece en la sangre por aproximadamente 14-20 horas.
2 / La insulina de acción prolongada (glargina). Ingresa en la sangre a las 2 horas aproximadamente después de la aplicación. No hace pico, más bien su acción es plana o meseta y permanece en la sangre por espacio de 24 horas. Existía otra llamada Ultralenta Zinc, pero ya no se encuentra en México.
Finalmente tenemos las combinaciones de las anteriores, llamadas premezcladas o bifásicas.
 
Insulinas, recomendaciones 

Recuerda que sólo tu médico puede guiarte en los diferentes esquemas de insulina. Para ello es importante que le proporciones información sobre la variación en tus niveles de glucosa a lo largo del día. Esto se puede lograr con el automonitoreo. Vale la pena recordar que la insulina no actúa por sí sola y es necesario mantener un equilibrio con otros factores de tu día como: qué es lo que comes, cuánto y cuándo haces ejercicio, dónde te inyectas la insulina, alguna enfermedad, estrés.

El cuidado de tu insulina es importante. Cuando la compres, revisa la fecha de caducidad. Cuando los frascos o cartuchos sean nuevos mantenlos en el refrigerador. Evita que se congelen. De preferencia almacénalos en la sección destinada a las verduras. Una vez abierto el frasco o vial (cartucho alargado para las plumas de inyección) puedes mantenerlo a temperatura ambiente, pero es importante que no lo sometas a cambios importantes de temperatura ni a la luz directa del sol. Trascurrido un mes de que abriste el frasco la insulina, empezará a perder efecto, por lo que se recomienda desecharla.

martes, 4 de septiembre de 2012

Nocturia: ¿Síntoma de diabetes?


Coordinación de Sitio Web. Federación Mexicana de Diabetes, A.C.

La nocturia puede ser un síntoma de niveles de glucosa descontrolados. Nocturia se refiere a un desorden que obliga a los afectados a levantarse de la cama para orinar más de una vez durante la noche de forma habitual.

Aquí te presentamos algunos síntomas y consejos para evitarla.

¿Qué es nocturia?

El término nocturia se refiere específicamente a la necesidad de orinar durante la noche. Esto significa que la persona debe levantarse para ir al baño. Esta es una característica común en personas de la tercera edad.

La diabetes es una de las muchas causas para la nocturia. Algunos medicamentos diuréticos dan pie a tener que orinar con mayor frecuencia. La cistitis (infección de vías urinarias) también puede ocasionar nocturia.

Sin embargo, la causa más frecuente es un nivel elevado de glucosa en sangre. En el caso de la diabetes, el cuerpo es incapaz de metabolizar de forma adecuada los carbohidratos. Estos se transforman en glucosa misma que viaja por el torrente sanguíneo con el objetivo de alimentar las células. Cuando no hay insulina, la glucosa no puede entrar a la célula y esta permanece en el torrente sanguíneo. Al sobrepasar un nivel de 180 mg/dl nuestro cuerpo debe entonces desechar el exceso de glucosa por medio de la orina. A esto lo conocemos como Umbral Renal. Los riñones desechan el exceso de glucosa junto con minerales y electrolitos y otros componentes por lo que el cuerpo se deshidrata. Esto nos lleva a otro síntoma de la diabetes polidipsia (mucha sed).

Las personas con diabetes deben tener esta información en mente y comunicarse con su profesional de la salud en caso de que el problema persista. Como siempre, la mejor forma de evitar este problema relacionado con la hiperglucemia es el control de los niveles de glucosa en sangre.